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Los electores brasileños acudieron a las urnas el domingo, 2 de octubre de 2022, para escoger al Presidente de la Républica Federativa del Brasil, así como a los miembros de la legislatura bicameral del país, el Congreso Nacional. Sin embargo, ningún candidato alcanzó la mayoría absoluta en la elección presidencial, por lo cual se llevó a cabo una segunda vuelta el domingo, 30 de octubre de 2022.
Una breve exposición del sistema electoral brasileño se presenta a continuación. En adición, se encuentran aquí disponibles los resultados a nivel nacional y estatal de las siguientes elecciones federales:
Las estadísticas electorales presentadas en este espacio provienen de datos emitidos por el Tribunal Superior Electoral y la Justicia Electoral de Brasil, que tiene disponibles aquí en portugués los resultados de las elecciones de 2022.
Aspectos Generales del Sistema Electoral La Constitución de 1988 estipula que la República Federativa del Brasil es un estado democrático de derecho, en el cual todo el poder emana del pueblo, que lo ejerce por medio de representantes electos o directamente. Tanto el gobierno federal como los gobiernos de los 26 estados de Brasil se componen de ramas ejecutiva, legislativa y judicial; asimismo, el Distrito Federal, en donde se encuentra la ciudad capital de Brasilia, cuenta con gobierno y legislatura propia. El poder ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República, quien es electo de forma directa y mediante sufragio universal por un término de cuatro años. El presidente, quien puede ser re-electo para un solo término subsiguiente, es escogido por mayoría absoluta de votos, descontando los votos en blanco y los nulos. Si ningún candidato alcanza la mayoría absoluta en la primera vuelta, se celebra una segunda vuelta entre los dos candidatos con mayor número de votos, y se considera electo al que obtenga la mayoría de los votos válidos. El poder legislativo es ejercido por el Congreso Nacional, el cual consiste de la Cámara de Diputados y el Senado Federal. La Cámara de Diputados se compone de 513 miembros electos de manera directa para un término de cuatro años por representación proporcional en cada estado y el Distrito Federal. Los escaños de la Cámara se distribuyen entre las unidades federativas en proporción a la población, pero ninguna unidad puede contar con menos de ocho ni más de setenta escaños. Cada unidad federativa forma una circunscripción electoral, en las cuales los partidos políticos y las coaliciones de dos ó más partidos presentan listas de candidatos; los electores pueden escoger a un candidato y a un partido. Los escaños en la Cámara de Diputados se distribuyen en cada circunscripción mediante un cociente electoral, el cual se obtiene al dividir el total de votos válidos por el número de escaños en la circunscripción. Entonces, el número de votos que cada partido o coalición ha obtenido se divide por el cociente electoral. El resultado de esta división, sin tomar en cuenta las fracciones, es el cociente partidario, y cada partido o coalición elige tantos diputados como su cociente indique; si quedan escaños por repartir tras la aplicación de cocientes partidarios, éstos se distribuyen según el método de la media mayor. Dentro de cada partido, los mandatos se asignan a los candidatos en su lista con mayor número de votos, hasta llenar todos los escaños. Los 81 miembros del Senado Federal son electos de manera directa para un término de ocho años, pero las elecciones al Senado se celebran cada cuatro años, alternadamente para un tercio (27) o dos tercios (54) de los escaños. Cada estado y el Distrito Federal escoge a tres senadores por el método de mayoría simple, bajo el cual resultan electos a los cargos los candidatos con mayor número de votos. El alistamiento electoral y el voto son obligatorios para las personas mayores de dieciocho años de edad; no obstante, ambos son opcionales para los analfabetos y los mayores de setenta años, así como para los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años. Brasil ha desarrollado un sistema de partidos políticos sumamente fragmentado desde la transición a la democracia en 1985, tras más de dos décadas de gobiernos militares. Desde 1990 ha habido no menos de dieciocho partidos con representación en la Cámara de Diputados, y ninguno de éstos ha alcanzado siquiera una cuarta parte de los escaños en dicho cuerpo legislativo. No obstante, se destacan cuatro partidos principales: el Partido de los Trabajadores (PT), el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y los Demócratas (DEM), anteriormente el Partido del Frente Liberal (PFL). En lo tocante a ideología política, al PT se le considera como partido de izquierda y al PSDB de centro a centro-izquierda, mientras que el PMDB es centrista y el PFL se ubica en el centro-derecha. El proceso de transición a la democracia en Brasil comenzó durante los últimos años del régimen militar. En 1979, el sistema artificial de dos partidos que habían impuesto los militares en 1965 quedó disuelto, permitiéndose la formación de nuevos partidos políticos. El conservador Partido Democrático Social (PDS) surgió como sucesor de la oficialista Alianza Renovadora Nacional (ARENA), mientras que el opositor Movimiento Democrático Brasileño se reconstituyó como el PMDB. Dos grupos procuraron re-establecer el Partido Laborista Brasileño (PTB) del fenecido presidente Getúlio Vargas, quien gobernara a Brasil como dictador de 1930 a 1945, y como presidente democráticamente electo de 1951 hasta 1954, cuando se suicidó. Las autoridades determinaron que el grupo encabezado por Ivete Vargas (familiar de Getúlio) tenía derecho al uso del nombre y las siglas del viejo partido; el grupo dirigido por Leonel Brizola fundó entonces el izquierdista Partido Democrático Laborista (PDT). Estos cuatro partidos, junto con el Partido de los Trabajadores (PT), encabezado por el líder sindicalista Luiz Inácio Lula da Silva, tomaron parte en las elecciones de 1982 - las primeras elecciones libres efectuadas en Brasil en dos décadas. En la votación legislativa, el PDS obtuvo el mayor número de escaños en la Cámara de Diputados pero no logró la mayoría absoluta, mientras que en las elecciones gubernatoriales la oposición capturó los tres estados principales del país: São Paulo y Minas Gerais eligieron a gobernadores del PMDB, y Río de Janeiro escogió a Leonel Brizola del PDT. El gobierno militar había planificado una transición controlada a la democracia mediante la elección indirecta de un presidente civil en un colegio electoral dominado por el PDS, y el partido oficialista procedió a escoger a Paulo Maluf como su candidato a presidente. Maluf, un ex-gobernador de São Paulo, era (y sigue siendo) una figura extremadamente controversial en Brasil, vinculada a numerosos escándalos de corrupción durante el curso de su carrera política. De hecho, tal es su reputación que la lengua portuguesa brasileña ha adquirido un verbo derivado de su apellido: malufar, que significa robar las arcas públicas. Los partidos de oposición, junto con un grupo de disidentes del PDS llamado el Frente Liberal (FL), agitaron para que se celebraran elecciones presidenciales por voto directo: no lograron conseguir este objetivo, pero la escisión del Frente Liberal privó al PDS de su mayoría en el colegio electoral, y Tancredo Neves, candidato del PMDB, resultó electo Presidente con el apoyo de los partidos de oposición y del FL. Sin embargo, Neves - quien había sido gobernador de Minas Gerais desde 1982, y primer ministro de Brasil de 1961 a 1962, durante un fugaz periodo de gobierno parlamentario - cayó gravemente enfermo poco antes de asumir el cargo y falleció luego de repetidas operaciones; José Sarney, el vice-presidente electo y disidente del PDS, ocupó la presidencia. La implementación de un aparentemente exitoso programa de control de precios - el Plan Cruzado - le permitió al gobierno de coalición del PMDB y del Partido del Frente Liberal (PFL) apuntarse una victoria arrolladora en las elecciones legislativas y gubernatoriales de 1986: el PMDB ganó una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, así como todas menos una de las carreras gubernatoriales; el PFL se llevó la restante, y quedó en segundo lugar en la Cámara. El PDS se desplomó, mientras que los partidos de izquierda (PDT y PT) registraron avances modestos. Tras la legalización de todos los partidos políticos, el número de partidos representados en la Cámara de Diputados se elevó a doce. Al año siguiente, el recién electo Congreso Nacional se transformó en Asamblea Constituyente, y se dió a la tarea de redactar una nueva constitución que reemplazara los instrumentos autoritarios de gobierno heredados del régimen militar. Entre tanto, el Plan Cruzado colapsó poco después de las elecciones, y una vez más la inflación se desbocó fuera de control; eventualmente, la coalición del PMDB-PFL se vino abajo. En 1988, Brasil promulgó su nueva constitución, la octava en su historia. Este extenso documento, que originalmente contó con un total de 245 artículos, retuvo la forma de gobierno presidencial pero limitó los poderes de la presidencia, que ya no podría gobernar por decreto. Ese mismo año, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) se escindió del PMDB. Un total de veintiún candidatos se presentaron para las elecciones presidenciales de 1989, las primeras celebradas por votación popular desde 1960. En la primera vuelta, Fernando Collor de Mello, candidato del pequeño y centro-derechista Partido de Reconstrucción Nacional (PRN), salió de la nada para terminar en primer lugar (pero sin mayoría absoluta), seguido de Luiz Inácio Lula da Silva (PT); Leonel Brizola (PDT) quedó tercero, escasamente por debajo de Lula. Mário Covas del PSDB logró un respetable cuarto puesto, por encima de Paulo Maluf (PDS), mientras que los candidatos presidenciales del PMDB y el PFL sufrieron un descalabro. En la segunda vuelta, Collor se impuso sobre Lula, convirtiéndose en el presidente más joven de Brasil. Sin embargo, la presidencia de Collor resultó ser un desastre total. Durante los casi tres años que ocupó el cargo, Collor no pudo hacerle frente de manera efectiva a la profunda crisis económica que heredó de su predecesor, y tampoco logró conseguir apoyo congresional para sus propuestas dirigidas a curar los males que aquejaban al país. Eventualmente, Collor aparentó estar involucrado en un multimillonario escándalo de corrupción y tráfico de influencias, que llevó al Congreso a iniciar un juicio de residenciamiento (impeachment) en su contra. A fines de 1992, Collor renunció al cargo, a poco de que se iniciara el juicio de impeachment en el Senado. El vice-presidente de Collor, Itamar Franco, ocupó la presidencia por el resto de su mandato inconcluso. En 1993, el Presidente Franco nombró al conocido sociólogo (y a la sazón Canciller) Fernando Henrique Cardoso como Ministro de Hacienda. Cardoso introdujo el Plan Real, que estabilizó las finanzas del país y le puso fin a la hiperinflación. En las elecciones presidenciales de 1994, Cardoso se postuló como candidato de su partido, el PSDB. El éxito del Plan Real le permitió a Cardoso (quien también fuera respaldado por el PFL y el PTB, éste último ya un partido de centro-derecha) prevalecer por un amplio margen sobre Luiz Inácio Lula da Silva del PT y otros seis candidatos, logrando la mayoría absoluta en la primera vuelta de votación. En las elecciones presidenciales de 1998, Cardoso - quien pudo persuadir al Congreso para que enmendara la Constitución y permitiera la re-elección presidencial por un solo término - fue re-electo en la primera vuelta por mayoría absoluta, con Lula nuevamente en segundo lugar. En las elecciones presidenciales de 2002, Luiz Inácio Lula da Silva se presentó por cuarta vez como candidato del PT, pero su campaña puso énfasis en el "cambio sin ruptura." Este acercamiento pragmático resultó exitoso: en la primera vuelta, Lula superó a su más cercano adversario, José Serra del PSDB, por un margen de dos a uno, aunque no alcanzó la mayoría absoluta; en la segunda vuelta, Lula da Silva ganó la presidencia por el margen de votos más grande que se haya registrado en la historia de Brasil. Al mismo tiempo, el PT consiguió el mayor número de escaños en la Cámara de Diputados. El gobierno del Presidente Lula da Silva continuó con éxito la política económica iniciada por Cardoso, a la vez que implantó una serie de programas sociales dirigidos a combatir la pobreza, entre los cuales se destaca la Bolsa Familia, que beneficia a doce millones de familias brasileñas - aproximadamente un tercio de la población del país. Sin embargo, una serie de escándalos de corrupción mancillaron seriamente la reputación del Partido de los Trabajadores. El más dañino de éstos fue el escándalo de las mensualidades o mensalão de 2005, que involucró a un número de altos cargos del partido. No obstante, Lula no estuvo vinculado de manera directa con los referidos escándalos, y se impuso decisivamente sobre Geraldo Alckmin del PSDB en las elecciones presidenciales de 2006, si bien el PT perdió terreno en las contiendas legislativas y terminó en segundo lugar - detrás del PMDB - en la Cámara de Diputados.
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